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CUBA Y PUERTO RICO

"Cuba y Puerto Rico son ... de un pájaro las dos alas ..."
"Cuba y Puerto son ... las dos alas de un pájaro ..."

Estas prolíficas palabras fueron escritas por la poeta y revolucionaria puertorriqueña Lola Rodríguez de Tío en 1893 y hablan de la relación cultural, musical y política única de las dos islas. En 1966, dos fuerzas musicales titánicas de estas islas se encontraron en un estudio de grabación de la ciudad de Nueva York y produjeron este álbum.

La vocalista nacida en La Habana Celia Cruz (21 de octubre de 1924 - 16 de julio de 2003) comenzó su carrera después de ganar un programa de talentos en la radio y poco después comenzó a estudiar música en serio en el Conservatorio de Música de La Habana. Su voz altísima y su capacidad de improvisar al estilo de hijo la llevaron a unirse a la legendaria Sonora Mantancera, donde conocería a su futuro esposo, el trompetista Pedro Knight. Esa asociación de 15 años con La Sonora, junto con las numerosas apariciones de la banda en películas mexicanas, produjo numerosas grabaciones exitosas e hizo de Cruz una estrella en América Latina.

Nacido y criado en East Harlem, Ernest Anthony Puente, Jr. (23 de abril de 1923 -31 de mayo de 2000) se ha convertido en el ícono por excelencia de Nuyorican. Bailarín, pianista y baterista talentoso en su juventud, "Little Ernestito" conservó su herencia cultural caribeña mientras absorbía la cadera urbana de la escena del jazz de Nueva York de los años 1920 y 1930. Su talento lo llevaría a trabajar con estrellas musicales como el vocalista Johnny Rodríguez (hermano de Tito Rodríguez y el primer artista con el que grabaría Puente), José Curbelo, quien lo llevaría a una breve visita a Cuba a fines de la década de 1930 y el legendario Machito y sus afrocubanos.

Después de servir en la Armada en la Segunda Guerra Mundial, Puente ingresó a la prestigiosa Escuela Julliard y continuó sus estudios musicales, dominando el arte de organizar, componer, dirigir, así como tocar el saxofón, el clarinete y expandir su primer set de batería de jazz y habilidades de timbal al llegar a dominar las vibraciones y la marimba. Stints con la banda de Jose 'Curbelo y Pupi Campos como acompañante y arreglista lo preparó para convertirse en un líder por derecho propio y en 1949 tuvo un éxito local, Abaniquito con su conjunto basado en trompeta. Para 1951, Puente había creado una gran banda completa al combinar las sofisticadas técnicas de organización y los conceptos armónicos avanzados de la tradición del jazz con los complejos ritmos de la música afrocubana.

Es este dominio de la música afrocubana lo que llevó a Cruz y Puente a encontrarse en Cuba en 1955 para una celebración en honor a los mejores artistas musicales de Cuba. Por recomendación de Mario Bauzá, director musical de los afrocubanos, Puente fue el único invitado no cubano. En palabras de Bauzá, "Nadie ha hecho más por la música cubana que Tito".

La reunión de Cruz y Puente comienza con la composición del vocalista Chivirico Dávila, La Guarachera, un nombre que le sería otorgado a Cruz mucho antes del título "Reina de la música latina". El mambo / guaracha up-tempo recibe tratamiento completo de Puente con una apertura completa de latón y saxofón, un contrapunto clave peculiar que conduce al montuno (vampiro solo) donde Cruz muestra que es vocalista a tener en cuenta. Termina con un diálogo vocal y timbal que explota con uno de los solos más memorables de Puente.

Este álbum también destaca la versatilidad de Cruz como vocalista, cantando rock en español en Mi Desperación, bomba en La Plena Bomba Me Llama y luego melancólico bolero guajira-son en Desencanto. Tinicue es un recordatorio para los oyentes de que Cruz comenzó su carrera de grabación cantando música ritual afrocubana de la tradición de la santería y esta oda al guardián de la encrucijada, Elegua, es un hermoso recordatorio de eso. No Hay Amgios es un guaguancó de ritmo acelerado dado el tratamiento de mambo de Big Band de Puente. Me Acuerdo de Ti, que es el tributo vocal de Cruz a su amada Cuba, es lo más destacado de esta obra maestra. Las letras de Gustavo Secien se interpretan con emoción cruda y nos recuerdan que ella fue una increíble intérprete de boleros. “Deberías haber visto a Cruz cuando cantó esa canción. Las lágrimas que corrían por su rostro mientras la cantaba ahogaron a todos. Se hizo en una sola toma ”, recuerda Joe Conzo (publicista de Tito Puente).

Además de los estilos musicales puertorriqueños y cubanos presentados aquí, también lo son las tradiciones musicales de Colombia, Venezuela, España, México y la República Dominicana. La diversidad musical del álbum es un claro testimonio de la versatilidad de Puente y su habilidad para dominar varios estilos latinoamericanos.

El año 1966 marcó el final de una era con el cierre del famoso Palladium Ballroom y Birdland, dos lugares donde el jazz y la música afrocubana habían florecido. Pero también fue el año en que Puente y Cruz comenzarían una asociación musical que perduraría.

Grabado en National Recording Studios, Nueva York, 1966.
Diseñado por Fred Weinberg
Producido por Al Santiago y Pancho Cristal
Diseño de portada por Steven Craig Productions
Lanzado originalmente en 1966 por Tico Records

Toda la música arreglada y dirigida por Tito Puente

Pat Russo, Jimmy Frisaura, Pedro “Puchi” Boulong y Victor Paz - Trompetas
Barry Rogers, Mark Weinstein y Sonny Russo / Jose Rodriguez - Trombones
Jesus Caunedo, Milt Hisler, Al Abreu y Shep Pullman - Saxofones
Frankie Malabe - Congas

Jimmy Centeno y José Mangual - Bongó y Cencerro
Gilbert Lopez - Piano
Bobby Rodriguez - Bajo acústico -
Tito Puente - director musical, timbales, batería, vibráfono

Coro - Felo Brito, Willie Torres, Santos Colon y Tito Puente

Todas las voces principales - Celia Cruz

Escrito por Bobby Sanabria