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LA GRAN FUGA

Como la mayoría de las colaboraciones entre el trombonista, compositor y director musical Willie Colón y el mercurial cantante puertorriqueño Héctor Lavoé, el álbum que tienes en tus manos trasciende los límites de la salsa. Lanzado en 1970, "The Big Break" es una obra maestra de la música latina, el tipo de declaración artística formidable que estableció el sello Fania como un ícono cultural, yendo más allá de los parámetros de una compañía especializada en música dance que agrada al público. No hace falta decir que sigue siendo un gran disco de fiesta, lleno de clásicos del dance como “Barrunto” y “Abuelita”.

Al mismo tiempo, cristaliza la estética Colón / Lavoé que el dúo venía desarrollando en discos anteriores (“The Big Break” es el sexto lanzamiento de Colón en el sello Fania). Aunque faltaban años para alcanzar el cenit artístico de las futuras épicas. como El Cantante y Periódico de Ayer, las canciones de esta colección expresan la fuerza combinada de estos artistas visionarios: la debilidad de Colón por un sonido atrevido y peligroso basado en la aspereza de su formación de dos trombones. Las tendencias eclécticas que lo llevaron a agregar piezas revolucionarias del folclore puertorriqueño en el entrenamiento de seis minutos “Panameña”. Y el irresistible sentido del humor de Lavoé, que se hace especialmente patente en el recuerdo nostálgico de su abuela (“Abuelita”) y sus divertidísimos dichos. Más importante aún, las canciones de “The Big Break” evocan la cosmovisión combinada del dúo, que considera la vida como una combinación de alegría imprudente y tragedia profunda. Desde la maravilla infantil de “Ghana'E” y la grotesca burla de “Canción Para Mi Suegra” hasta el carnoso swing de “Barrunto” y la morbosa tristeza de “No Cambiaré, esta sesión es una montaña rusa de intensidad - una sinfonía de sabores, colores y sensaciones contrastantes. Quizás el único momento que mejor resume las cualidades trascendentales de esta colección es el puente de “Panameña” - el momento en que la melodía se detiene, Lavoé presenta la salsa de Puerto Rico, el aguinaldo (la salsa de Puerto Rico, el aguinaldo) y el infierno se desata gracias al trombón rugiente de Colón y las líneas del piano de araña cortesía del maestro Profesor Joe Torres. El efecto resultante es nada menos que apocalíptico.

De las muchas y brillantes portadas de LP que la diseñadora gráfica Izzy Sanabria diseñó para Fania (el arte de Ray Barretto / Superman para Indestructible viene inmediatamente a la mente), “The Big Break” puede ser la más notoria. El arte capitalizó la imagen de 'Malo' de Colón (inicialmente se llamaba El Malo porque los músicos mayores pensaban que era un trombonista pobre, no un chico malo; Willie decidió usar el arquetipo del gángster como truco). Esta vez, Sanabria voló con la idea e ideó una portada que replicaba un póster de Wanted by the FBI. Solo que el FBI en cuestión era Freaks of Bureau Investigation, Colón estaba armado con un trombón y lo buscaban por matar gente… con su ritmo excitante. Aprovechando el presupuesto limitado del proyecto a su favor, el diseñador incluyó una foto barata de Colón y huellas dactilares al azar para crear un póster de apariencia realista. Después de su lanzamiento, la compañía fue contactada por el FBI real, que solicitó que el texto 'Wanted by FBI' fuera eliminado de la portada.

Al escuchar estas ocho canciones atemporales décadas después de su lanzamiento original, la música te obliga a preguntarte: ¿cómo podrían dos jóvenes en su '20 tener tanto que decir? ¿Cómo lograron grabar un disco de tanta profundidad y belleza? Puede ser aconsejable dejar de pensar en cuestiones tan embriagadoras y disfrutar de la música. Sé que lo haré. Créditos: Willie Colón - Líder, Primer Trombón Willie Campbell - Segundo Trombón Milton Cardona - Conga Louie “Timbalito” Romero - Timbales José Mangual - Bongo Joe “Profesor” Torres - Piano Santi González - Bajo Vocal Principal - Héctor Lavoe Productor - Jerry Masucci Grabación Director - Johnny Pacheco Idea y diseño del álbum original - Izzy Sanabria

Escrito por Ernesto Lechner